En un artículo anterior hablamos sobre los conceptos fundamentales de comprar un piso con inquilino. Dábamos las claves de lo que la legislación española dicta sobre esta modalidad de compraventa de un inmueble, así como los derechos y obligaciones que la parte compradora y vendedora cuentan en estas operaciones. Todo ello sin olvidarnos tampoco de los derechos y obligaciones del inquilino de la vivienda alquilada.
En este caso, y sin olvidarnos de todos esos datos imprescindibles, nos queremos centrar en la gran pregunta de, “¿Por qué comprar un piso con inquilino?”. En las siguientes líneas relataremos las razones más destacadas para emprender este tipo de operaciones de compra de pisos y de esta manera junto a Cosiris aventurarse en esta inversión inmobiliaria.
Cuatro son las razones principales que queremos destacar:
Inversión sencilla:
A la hora acometer una inversión, concretamente el de comprar una vivienda con inquilino, se define esta como una de baja dificultad, de poco riesgo y la cual exige una necesidad de dedicación mínima en el día a día.
Esto se deriva de que la compra de un piso con inquilino trae consigo una cierta estabilidad, ya que si el inquilino de la vivienda que se quiere comprar tiene un contrato de alquiler a largo plazo, puede proporcionar cierta solidez en términos de ingresos porque existe un contrato de alquiler previamente establecido.
Esta materia además está ampliamente respaldada por la legalidad, incluso protegiendo de manera especial al inquilino. En efecto, esta protección sobre la persona que está alquilando la vivienda proporciona a los inquilinos la posibilidad de tener ciertos derechos legales que protegen su posición. Si se compra un piso con inquilino, se adquiere también la posición legal de arrendador, lo que puede ser beneficioso en caso de existir disputas o litigios.
Buena tasa de rentabilidad:
Al adquirir una vivienda con inquilino uno de sus puntos más positivos radica en que el nuevo comprador podrá recibir prácticamente desde el primer día unos ingresos por el alquiler. Además, no tendrá la tarea de tener que encontrar un nuevo inquilino y así lograr una rentabilidad. Y es que al tener ya un inquilino procedente del propietario anterior su inversión comenzará a generar ingresos desde el inicio. En suma, no tendría que esperar a que la vivienda se vacié para percibir unos ingresos.
No tener el debate de comprobar si la vivienda es o no alquilable en el momento de comprarlo:
La duda de si la vivienda es o no alquilable desaparece automáticamente al ya contar con un inquilino dentro, lo que disipa las interrogaciones de si existen o no las condiciones idóneas para poder ser alquilada. Un ahorro en un estudio previo que convierte a esta inversión desde el principio en rentable.
No hay que olvidar nunca que en este tipo de operaciones que al comprar un piso con inquilino, se evita el tener que hacer una búsqueda activa de un inquilino. Además se ahorra la tarea de llevar a cabo todo el proceso de la selección y la contratación del inquilino más adecuado para habitar su propiedad al contar con un candidato idóneo con una valoración que así lo avala.
No tener la necesidad de realizar reformas sobre el piso que comprarás:
A su vez, se ahorran los costos y el tiempo asociados a la promoción del piso (anuncios en internet, carteles…) para poder ser luego alquilado. A todo esto además habría que sumar que el hecho de contar ya con un inquilino, que por lo general está contento con su situación contractual y también con la propiedad en la vive.
Esto hace que la realización de reparaciones y/o mejoras, en principio, no sean obligatorias para poner la vivienda en condiciones y así ser posteriormente alquilable.
Todas estas razones en Cosiris se tienen muy en cuenta. Para ello, dentro del catálogo de servicios que ofertamos realizamos las valoraciones y los estudios más personalizados y minuciosos. De este modo, todas las partes implicadas estarán satisfechas en la búsqueda de cumplir todos los objetivos comunes que tengamos en nuestras operaciones. Todo ello, de una manera comprometida y sencilla.
