Uno de los puntos más importantes y repetidos en cada una de las propiedades disponibles para realizar una inversión inmobiliaria es la rentabilidad. Es por ello por lo que podemos definir la rentabilidad como el beneficio que aspiras conseguir de la inversión realizada.
Para conocer el porcentaje o la cantidad de rentabilidad del inmueble prevista habría que aplicar una fórmula matemática. En el caso de Cosiris en cada uno de los productos publicados junto a las características del producto podremos encontrar el porcentaje
En este sentido, en el mercado inmobiliario tres son los tipos de rentabilidad que se tratan: la rentabilidad bruta, la rentabilidad neta y la rentabilidad ajustada. Durante las siguientes líneas trataremos cada uno de ellos.
Rentabilidad Bruta
La rentabilidad bruta es el rendimiento total de una inversión inmobiliaria antes de descontar los gastos asociados a la inversión. Esto se calcula dividiendo los ingresos brutos generados por la propiedad, como por ejemplo, los ingresos por el alquiler, dividiendo por el valor de la inversión inicial.
En este sentido, si un inmueble genera 10.000 euros al año por el alquiler y fuese adquirido por 200.000 euros, la rentabilidad bruta sería del 5%. (10.000/200.000 = 0,05)
Rentabilidad Neta
La rentabilidad neta es el rendimiento de una inversión inmobiliaria después de deducir los gastos asociados, como por ejemplo, seguro de la vivienda, gastos de comunidad, impuestos y otros gastos operativos. Para calcular la rentabilidad neta habría que dividir el ingreso neto, esto es, ingresos totales menos gastos, por el valor de la inversión inicial.
En este sentido, si un inmueble genera 10.000 euros al año por el alquiler y sus gastos anuales son de 2.000 euros, teniendo en cuenta que fuese adquirido por 200.000 euros, la rentabilidad anual sería del 4%. ((10.000-2.000)/200.000 = 0,04)
Rentabilidad Ajustada
Este tipo de rentabilidad tiene en consideración el riesgo de la inversión, la duración de la inversión, el tipo de inmueble u otros factores.
En este sentido, si una inversión inmobiliaria cuenta con un alto nivel de riesgo, la rentabilidad ajustada puede ser menor para compensar ese riesgo adicional. La rentabilidad ajustada puede ser utilizada por los inversionistas para comparar diferentes oportunidades de inversión y evaluar su atractivo en función de sus necesidades y tolerancia al riesgo.